lunes, 6 de febrero de 2012

El Real Madrid encuentra el camino


No es cierto que tras el empate a dos en el Camp Nou el pasado miércoles, el madridismo se fuera a casa contento. Mal haría el seguidor blanco si se conformara con un empate en territorio del máximo enemigo, que para más inri le apea de una competición. Pero sí es cierto que el madridista se fue esperanzado, confiando en que aquel partido podía, debería, marcar un punto de inflexión en el camino a seguir por el Real Madrid a partir de entonces. Un camino que se confirmó el pasado sábado ante el Real Zaragoza.

No sirve de nada hablar de actuaciones arbitrales, ni de malas decisiones por parte de Mourinho en el pasado. Resulta ventajista hablar ahora de que el técnico portugués pueda llevar año y medio desaprovechando el potencial de su plantilla. Centrémonos en el presente para comprobar que ya sea de rebote, iniciativa propia, o presión pública, Mourinho ha variado el estilo del Madrid. Rectificar es de sabios, ¿no?

En el Camp Nou vimos de una vez por todas, cuál es el estilo adecuado para jugarle al FC Barcelona. Un estilo al que se dio continuación ante el Zaragoza, aunque sin esa presión axfisiante que, con todo el respeto, no era necesaria para superar al conjunto maño. Pero el Madrid sí que apostó por un fútbol mucho más elaborado, masticando las jugadas mucho más tiempo del que nos tenían acostumbrados. Primer toque, combinaciones, cambios de juego… La portería rival siempre está en mente, pero se busca a través de un fútbol más horizontal. Una idea que no se alteró ni con el 0-1, y que se mantuvo hasta el pitido final, igual que en el Camp Nou.

Özil lidera, con Kakà de escudero

Özil, uno de los mejores fichajes del Madrid en los últimos años, estaba siendo uno de los grandes señalados para mal de esta temporada. Sus discretas actuaciones le costaban numerosas críticas, e incluso desde varios puntos se empezó a rumorear sobre salidas nocturnas y demás tonterías. Típico que tras un par de partidos buenos, ya no se oiga a nadie hablar de ello.

Cuando hablamos de Özil, hablamos posiblemente del futbolista con mayor calidad de toda la plantilla. Del jugador con más capacidad para crear fútbol. Su recital en el Camp Nou fue para enmarcar, y ante el Zaragoza también dejó una gran impresión. La presencia de Kakà a su lado es una bendición a la hora de sacar su fútbol. No sólo es un gran aliado para combinar —sirva de ejemplo su gol ante el Zaragoza— sino un excelente escudero que le ayuda creando espacios que acto seguido él puede aprovechar.

¿Qué pasará cuando vuelva Di María? Es la pregunta del millón. En teoría se trata de un titular fijo, que además es una de las piezas favoritas de Mourinho. Sin embargo, es un futbolista que va más por libre. Colabora con el equipo, pero de una manera mucho más individual: conducción, regate, y asistencia de gol. No aporta un juego tan combinativo como Kaká, y eso Özil lo echa de menos.

Por fin, Granero

Es cierto, ha sido de rebote, pero lo importante es que al fin ha sido. Granero tenía pie y medio en el Betis, pero la lesión de Khedira provocó que las negociaciones se rompieran. Como consecuencia, Granero ha comenzado a tener más minutos, y él se está encargando de aprovecharlos para que no se queden en algo casual.

En el Camp Nou, entró con el 2-0, y fue pieza importante de la remontada. Igual que el pasado sábado, como titular, fue prácticamente la batuta del equipo, hasta el punto de que Xabi Alonso se pudo retirar en la segunda parte tranquilamente, consciente Mourinho de que, con Granero, el equipo estaba en buenas manos. Bien es cierto que tiene aún que pulir detalles: cometer menos errores, arriesgarse menos en según qué pases, e incluso el punto de mira está aún algo desviado. Pero se está viendo lo que puede aportar.

En realidad, la capacidad para robar balones no depende tanto del estilo de cada jugador, como del estilo con el que se juega. Colocar a Lass Diarrá no te garantiza robar más balones que jugando con Granero. De hecho, en el Camp Nou se demostró que incluso Özil y Kakà pueden robar balones, siempre y cuando se vaya a buscar el balón y no te quedes esperando a que venga. Sin embargo, hay una cosa que te garantiza Granero que no te la da Lass: cuando roba el balón, sabe qué hacer con él.

¿Qué pasará cuando llegue una nueva eliminatoria?

Esta es la gran pregunta. Si Real Madrid y FC Barcelona se vuelven a ver las caras, por ejemplo, en unos cuartos de final de Liga de Campeones, ¿cómo afrontará Mourinho el partido de ida? Habrá que esperar a que se dé la ocasión para comprobarlo, pero todo lo que sea dar un paso atrás será decepcionante.

El Madrid ya ha encontrado su estilo de juego para los partidos grandes. Ya no debe plantear los partidos en función del rival. Sería comprensible que en un partido de ida no salga a correr los mismos riesgos que en el partido del Camp Nou. Lo que no sería comprensible sería volver a los experimentos de centrales en el centro del campo, trivotes, o sencillamente no alinear a los que mejor juegan al fútbol. De todas formas, puede que Mourinho sea un broncas, pero no es tonto. Es evidente que tanto el Madrid como él han encontrado el camino.

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